El feminismo y el cooperativismo comparten una historia valiente y disruptiva, particularmente en la lucha por los derechos políticos y económicos de las mujeres. A través de las figuras históricas como Eliza Brierley y los movimientos como la Women’s Co-operative Guild, se demuestra que las cooperativas no solo han sido plataformas de igualdad económica, sino también trincheras de activismo político y social.
Una Historia de Subversión y Poder
Los Rochdale Pioneers y Eliza Brierley ilustran el papel subversivo de las cooperativas en la historia del sufragio femenino. Al otorgar el voto a las mujeres en entornos cooperativos mucho antes de que la ley lo permitiera en el ámbito público, las cooperativas desafiaron las normas sociales y políticas de la época, afirmando que la equidad y la justicia no pueden esperar el permiso de las estructuras de poder predominantes.
Cooperativismo Moderno: Más Que Economía, Una Política de Cambio
En el presente, las cooperativas no son solo entidades económicas, sino plataformas políticas que desafían las estructuras patriarcales y capitalistas. La adopción de políticas que priorizan el liderazgo femenino, aseguran la igualdad de salario y fomentan la participación equitativa en todos los niveles de la toma de decisiones, no es solo justo, sino un acto de reivindicación política.
Nuestro Compromiso: Militancia y Movilización
Nosotras somos militantes, alentamos a todas las compañeras a reconocer y ejercer su poder colectivo. No solo queremos promover la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental, sino posicionarnos como un contrapunto al sistema. Consideramos que este enfoque es necesario para desencadenar un cambio estructural profundo y perdurable.
No es suficiente cambiar cómo trabajamos; debemos cambiar el funcionamiento económico y social de forma sistémica. Este es el verdadero espíritu del cooperativismo interseccional: un compromiso inquebrantable con la justicia social, económica y ambiental, donde cada acción y cada decisión reflejan una política de resistencia y esperanza.
De esta manera y a través del ejemplo queremos no es solo llamar a la reflexión, sino también a la acción. Juntas, podemos redefinir el futuro, asegurando que nuestras prácticas no solo sean sostenibles y equitativas, sino fundamentalmente revolucionarias.
Fuentes:
https://www.andaluciaescoop.org/las-mujeres-fueron-cooperativistas-antes-de-poder-votar/